¿Qué es abstracción?


El mundo es un lugar sumamente complejo. De hecho, el universo en que vivimos es sumamente complejo y los humanos apenas empezamos a entender cómo funciona. Día a día nos desenvolvemos en nuestro quehacer de forma satisfactoria, sin embargo, lo hacemos en un ambiente que no terminamos de entender con detalle.

Mucho de nuestro paso por la vida consiste en la resolución de problemas, por no decir todo. Desde el punto de vista evolutivo somos máquinas que tienen la misión de perpetuar sus genes. Eso es un problema. Para poder lograrlo debemos preocuparnos antes por otras cosas como comer, sobrevivir y buscar pareja.

Aparte de eso, somos seres que nos organizamos en sociedades y dentro de ellas tenemos roles que asumimos y tratamos de cumplir de la forma que mejor podamos. Dentro de toda esa complejidad surgen infinidad de problemas de diversa índole que deseamos resolver. Toda esta construcción social tampoco la entendemos. La mayoría del tiempo no nos preocupa cómo se forman las sociedades ni cómo están estructuradas, solamente pertenecemos a ella y cumplimos con nuestro rol, hacemos nuestro trabajo.

Pero ¿cómo es posible que, sin entender cómo funciona el universo o las estructuras sociales a las que pertenecemos, podamos sobrevivir satisfactoriamente? ¿Es necesario comprender todos los detalles del ambiente en que nos desenvolvemos para sobrevivir, o, mejor dicho, para resolver problemas?

La respuesta es no. Los humanos contamos con una habilidad o técnica para resolver problemas que es llamada capacidad de abstracción. La realidad está compuesta por una cantidad extraordinaria de detalles, sin embargo, pasamos por un proceso mediante el cual eliminamos detalles no relevantes y nos centramos en los que sí nos importan. A partir del problema que estemos resolviendo decidimos cuáles son los detalles que debemos tomar en cuenta para solucionarlo.

Supongamos que necesitamos levantar una caja del piso y ubicarla sobre una mesa. Este problema lo podríamos solucionar utilizando nuestras propias extremidades, asumiendo que podemos hacer uso de ellas. ¿Qué detalles son relevantes para realizar el movimiento y levantar la caja hasta la altura deseada? Hay cosas muy obvias que no nos interesa conocer, como por ejemplo la temperatura del aire, o el día del año, o la posición del planeta Urano con respecto de la Tierra. Nos interesa la caja, nos interesa la mesa y nos interesa la fuerza de nuestro cuerpo.

Pero no todo sobre la caja es relevante, la forma de la caja es importante porque tiene que permitir que la podamos asir de alguna forma. También el tamaño es importante, pero más que el tamaño nos interesa su masa (peso), porque de eso depende si la podemos levantar o no. El contenido de la caja podría no ser relevante para el asunto de saber si la podemos levantar o no, aunque sí podría interesarnos para saber las consecuencias de que no la podamos levantar. Tampoco nos interesa el material del que está hecho la caja.

Sobre la mesa no nos interesa saber su color, el material o si tiene tres o cuatro patas. Interesa saber qué altura tiene, el área de su superficie y también a qué distancia se encuentra de la caja, ya que, evidentemente, debemos transportarla hasta ella.

Todo ese proceso de descarte de información lo hacemos casi inconscientemente, el objetivo es crear un modelo abstracto de los objetos o conceptos relevantes para la resolución del problema y a partir de ese modelo buscar una solución aceptable. Una vez conocidas todas las variables involucradas en este modelo, podemos considerar diferentes alternativas para la resolución del problema y elegir la que nos parece más apropiada.

En el caso de nuestra caja, si es muy pesada, la solución que parezca más apropiada podría ser empujarla hasta ubicarla junto a la mesa y luego subirla utilizando los brazos, así disminuimos la cantidad de esfuerzo realizado y lo consideraríamos una solución satisfactoria.

Precisamente, la creación del modelo abstracto del problema sirve para considerar diferentes alternativas de solución. Pero para pasar de la realidad a la abstracción, las personas deben primero adquirir o interiorizar conceptos.

Según John Benjafield, cuando una persona observa un objeto o un evento de la realidad, no lo interpreta como algo aislado, sino más bien como algo que pertenece a una categoría. De esta forma, cuando se categoriza algo, se ve como una instancia de un concepto particular.

Por ejemplo, la película Pulp Fiction es bastante diferente de otros largometrajes, pero todos se consideran instancias del concepto película. Las películas comparten una serie de características o atributos que las identifican como tales.

Una película se puede clasificar como tal si cuenta con atributos como título, género, director, duración, entre otros. Cada uno de los atributos puede tomar una serie de valores y es esa combinación de valores es la que identifica a cada instancia de forma individual. De esta forma, algunos conceptos pueden simplemente verse como una conjunción de atributos.

Benjafield explica que como parte del proceso de categorización se encuentra el poder determinar si un objeto es una instancia de un concepto, es decir, una instancia positiva. Para esto se hace necesario discernir cuáles atributos son un criterio válido para determinar si una instancia pertenece o no a un concepto.

Ese proceso de considerar los atributos repetidos en una serie de objetos y excluir los atributos no repetidos define al proceso de abstracción. La palabra abstracción proviene del latín abstrahere, que significa “separar”. Cuando se abstraen los atributos que se repiten en una serie de instancias, se están separando del resto de atributos.

En el caso de nuestro problema de la caja, antes de poder analizar el problema tuvimos que abstraer los conceptos de caja y mesa, conocer sus atributos y luego determinar cuáles de ellos nos resultaron relevantes para solucionar la situación.

En resumen, usamos la abstracción para resolver problemas. Categorizamos objetos y determinamos atributos, de estos seleccionamos los que son realmente importantes y con ellos construimos un modelo abstracto del problema que nos sirve para considerar posibles soluciones y seleccionar la más apropiadas. Todo este proceso lo hacemos muchas veces sin darnos cuenta; es parte de las capacidades de la mente humana.

Referencias

Benjafield, J. G. (1992). Cognition. Englewood Cliffs, N.J.: Prentice Hall.


Imagen

"El ser humano en toda su complejidad de razonamiento". Jeny Jataco Pérez.

Comments

Popular Posts